La respuesta es depende. Este tipo de bebidas fue creada para ayudar al organismo a recuperar sales, agua y azúcar que se pierde con el sudor. Por lo mismo sus fórmulas contienen una cantidad significativa de sodio y de azúcar, por lo que no son recomendables para personas que deban cuidar su consumo de estas dos, como lo son personas con la presión alta o diabéticos.
Respecto al azúcar, una bebida de 600 ml en promedio aporta 150 kcal, que es lo mismo que un refresco de lata de 335 ml. Quienes quieren bajar de peso deben de evaluar si quieren incluir esta cantidad de azúcar en su plan de alimentación.
Como el propósito de estas bebidas es recuperar sustancias que se pierden, hay que preguntarnos si realmente perdimos una cantidad importante de electrolitos, esto es si realmente sudamos mucho. Una persona pierde electrolitos de manera importante si hace mucho calor, si la humedad del medio ambiente es alta o si el ejercicio es muy prolongado, esto es más de una hora. Por lo tanto si hacemos ejercicio moderado, que dure menos de una hora y ni el calor ni la humedad son altos, el cuerpo perfectamente bien puede rehidratarse con agua simple. Desde luego habrá que evaluar casos particulares de personas que suden excesivamente.
Es común que personas que apenas estén incorporando el ejercicio en su vida tiendan a consumir este producto y que durante de su ejercicio gasten menos calorías de las que estén ingiriendo innecesariamente con estas bebidas. Habitualmente esta población inicia con el ejercicio buscando bajar de peso y no lo logran porque simplemente compensan lo gastado con lo ingerido.
Así que antes de tomar bebidas deportivas pregúntate si realmente las necesitas.